Ford GT40 - 1968

Cette collection est une adaptation de 24H Le Mans ® Le auto delle corsa più leggendaria al mondo Éditeur : Centauria Editore s.r.l. 

Los mitos de Le Mans FORD GT40

Durante la temporada en que la CSI anuló el reglamento técnico hasta el punto de animar a Ferrari a no participar en el Campeonato del Mundo de Sport Prototipos, el Ford GT40 que ganó Le Mans por tercera vez fue inscrito por el equipo " privado " Británico J.W. Automotive Engineering Ltd. de John Wyer.

El Ford GT40 ganó Le Mans en 1968 con un motor de 5 litros, aprovechando los accidentes y problemas mecánicos que asolaron a los Porsche 908. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. 

Las 24 Horas de Le Mans siempre se habían celebrado en junio hasta 1968, cuando los disturbios de mayo en Francia convencieron a los organizadores de trasladar la 36ª edición del evento a finales de septiembre. Este aplazamiento no afectó a las condiciones meteorológicas, marcadas una vez más por largos periodos de lluvia. Probablemente más decisiva fue la decisión del CSI de cambiar el reglamento de la carrera, permitiendo que sólo tomaran la salida los prototipos con una cilindrada de hasta 3 litros y los deportivos (con una producción mínima de 50 unidades) con una cilindrada de hasta 5 litros. Este cambio fue realizado por el equipo J.W. Automotive Engineering Ltd., que había fabricado los Ford GT40 de carretera y gestionado los coches de competición desde 1966. 

1. El número 40 que sigue al símbolo GT indica la altura del coche en pulgadas, es decir, aproximadamente un metro. Este "rebaje" tiene por objeto optimizar la aerodinámica, que al principio resultó ser tan deficiente que requirió una gran afinación.

2. A diferencia de otros deportivos con motor trasero, el Ford GT40 contaba con un radiador montado en la tradicional posición delantera y lateral o detrás del motor.

3. Las llantas Halibrand del GT40, fabricadas en magnesio para reducir el peso, estaban configuradas para facilitar la refrigeración de los frenos y permitir el uso de un montaje central con tuercas de mariposa del tipo knock-off, fáciles de apretar o soltar con un martillo de goma dura o de plomo.

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Otra innovación importante para 1968 fue la introducción de la chicane Ford, diseñada para ralentizar la velocidad del coche en la parte recta de entrada a boxes, que por aquella época aún carecía de muro de protección.

Después de los éxitos de 1966 y 1967, Ford partía como claro favorito. Sus tres GT40, con los emblemáticos colores azul cielo y naranja de la Gulf Research Company, debían enfrentarse a una dura oposición: en primer lugar, los nuevos Porsche 908, seguidos de los prototipos Alpine A220 y Matra MS630, así como el Howmet TX con turbina de gas. Para el desafío, Wyer convirtió el Mirage M1 de 1967, derivado del Ford GT40 pero ya inadecuado para el campeonato del mundo. El coche de 1968 era un GT40 Mk I con un motor V8 de 4,9 litros montado en un chasis de aluminio y revestido de una carrocería aún más ligera. El nuevo GT40 también se beneficiaba de las mejoras aerodinámicas y de suspensión que se habían introducido a lo largo de los años después de que los coches originales, presentados en 1964, sufrieran importantes problemas de fiabilidad y conducción.

Estos problemas, entre otros, obligaron a Ford a desmantelar su departamento de carreras en Europa y confiar la gestión de los GT40 a Wyer, que en 1966 consiguió para el óvalo azul su primer título mundial. 

1. El Ford GT40 de 5 litros que ganó Le Mans en 1968 (chasis nº 1075) volvió a utilizarse al año siguiente. Aunque no fue campeón del mundo, el modelo consiguió algunos buenos resultados, incluido el increíble éxito en Le Mans de Jacky Ickx y Jackie Oliver, que salieron últimos.

2. A pesar de los esfuerzos de Ford por limitar su peso, el GT40 no era un coche ligero. Una de las decisiones tomadas fue el uso de componentes de suspensión de magnesio.

3. Entre las soluciones para facilitar la conducción del GT40 se incluían puertas de gran apertura y persianas correderas en las ventanillas de plástico. El diseño de las puertas facilitaba el acceso al coche a los pilotos, permitiéndoles agacharse y colarse en el habitáculo.

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El segundo título se aseguró en 1968 gracias a la decisiva victoria en Le Mans de Pedro Rodríguez y Lucien Bianchi, que bloquearon con éxito a la competencia, empezando por el 908 de Porsche, admitiendo que tenía problemas de fiabilidad. Su éxito sólo se vio amenazado por la angustia de Bianchi cuando vio los restos del Alpine de su hermano Mauro en el descenso hacia Tertre Rouge. El equipo tranquilizó al piloto sobre el estado de su hermano y del GT40 de Rodríguez, y Bianchi pudo continuar su carrera hacia la victoria, lograda cinco vueltas por delante del siguiente coche clasificado, el Porsche 907L del equipo suizo Tartaruga.

A. LLa gran abertura del capó sirve para expulsar el aire que circula por el radiador. El flujo de aire se acelera gracias a la forma angular del "labio". © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. 

B. En los coches de carreras, el capó del motor se levanta hacia atrás y su gran ángulo de apertura facilita el acceso a las piezas mecánicas.  © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. 

C. En 2019, Ford rend hommage à la GT40 avec la GT Heritage Edition. Animée par un V6 Ecoboost de 3,5 l, elle dispose de 655 ch ; ses lignes évoquent celles de sa légendaire ancêtre. © IXO Collections SAS - Tous droits réservés. 

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