PORSCHE 917/20 «THE PINK PIG»

Considerado por el público y la prensa como un «patito feo» o, en el mejor de los casos, un cerdito gracioso, el Porsche 917/20 tenía todo el potencial para convertirse en el mejor 917 de todos los tiempos. Era el resultado de una síntesis de opuestos, representando el «término medio» entre el «LK» de cola corta y el «LH» de cola larga, con una anchura de carrocería diseñada para mejorar el flujo de aire y aumentar la eficiencia. La estética no le hacía justicia, pero su primera aparición en Le Mans demostró que tenía mucho potencial. Su fracaso se debió únicamente a problemas mecánicos, que le impidieron acabar la carrera cuando tenía todo el derecho a aspirar a un puesto en el podio.

El 917/20 era una especie de «coche experimental», destinado a probar soluciones aerodinámicas aplicables al campeonato Can-Am. Debutó durante unas pruebas en Le Mans el 18 de abril de 1971. Ese día, Jo Siffert y Willi Kauhsen lograron el quinto mejor tiempo por detrás de un 917 «cola larga», dos 917 K y un Ferrari 512 M, con velocidades máximas de más de 360 km/h. La aerodinámica funcionaba bastante bien, aunque los guardabarros ampliados hacían que la sección delantera fuera más voluminosa que la de los otros 917 lo que dio lugar a burlas por parte de quienes no apreciaban su forma.

Dos meses más tarde, el coche participó en las 24 Horas y, en una respuesta juguetona a las críticas, se presentó con una librea rosa decorada con líneas de puntos que delimitaban los cortes de carne de cerdo, indicados con sus nombres en alemán. Los principales rivales del 917/20 fueron los otros 917, de cola larga o corta, que se encontraban en un nivel de puesta a punto ideal y lo demostraron logrando cuatro de los seis tiempos más rápidos (los otros dos fueron para los Ferrari 512), incluidos los tres primeros. El 917/20, denominado «el cerdo rosa» por su librea, pilotado por Willi Kauhsen y esta vez emparejado con Reinhold Joest, terminó séptimo, a pocas décimas de segundo de otros tres Ferrari 512. Durante la carrera, el coche ascendió hasta la quinta posición y, debido también a los problemas técnicos de los otros 917 (principalmente problemas con los ventiladores y fugas de aceite), consiguió llegar hasta la tercera posición durante la noche antes de que él también sufriera problemas con el sistema de refrigeración que obligaron a realizar dos paradas para su reparación. Tras regresar a la carrera, el «cerdo rosa» logró remontar hasta la tercera posición, que mantuvo hasta primeras horas de la mañana. Sin embargo, tras 180 vueltas, un fallo en los frenos obligó a Joest a tomar la via de escape no muy lejos de la curva Arnage y, en última instancia, a abandonar la pista. A partir de ese momento, la retirada fue inevitable.

La carrera se terminó con la victoria de un 917 de la escudería oficial Porsche, pilotado por Helmut Marko y Gijs van Lennep, por delante del 917 K de Richard Attwood y Herbert Müller con los colores del equipo John Wyer, que consiguió mantener a raya a dos Ferrari 512 M y un 365 GTB/4.

La lista de coches que terminaron detrás de ellos estaba formada casi totalmente por Porsches, desde el 907 de Walter Brun y Peter Mattli hasta los numerosos 911 que dominaron la categoría GT. De la quincena de participantes que lograron terminar la carrera (un tercio de los más de 40 que tomaron la salida), diez eran Porsches. Las 24 Horas de Le Mans fueron la primera y la última carrera del Porsche 917/20, que posteriormente fue reformado por su constructor y se convirtió en una de las piezas centrales de su museo.

Más allá de su victoria, la edición de 1971 de las 24 Horas de Le Mans fue un momento significativo en las carreras de los dos pilotos alemanes del 917/20. Reinhold Joest, futuro jefe del famoso equipo que lleva su nombre, fundado en 1978, participaba por segunda vez en las 24 Horas de Le Mans, y al final de su carrera había participado nueve veces, con un segundo puesto en 1980 y tres terceros (1969, 1972 y 1978). En todas las ocasiones, a excepción de la carrera de 1969, Joest compitió en el Maratón de la Sarthe al volante de un Porsche. En cuanto a Willi Kauhsen, en el momento de su participación en la prueba de 1971, estaba en proceso de crear su propio equipo, lo que hizo en la segunda mitad del año comprando un 917/10 que utilizó para correr en Can-Am y en la Intersérie de 1972. Su experiencia con Porsche comenzó en 1969 y desde entonces Kauhsen participó en varias carreras de resistencia, terminando segundo en las 24 Horas de Le Mans de 1970 con Gérard Larrousse en un 917L.